sábado, 24 de marzo de 2012

Reno o Caribú


El Reno o Caribú  es una especie de cérvido que habita en algunas zonas del hemisferio norte. Se clasifica en cuatro subespecies de renos  y cinco de caribúes

Descripción

El peso de la hembra varía entre los 60 y 170 kg. En algunas subespecies de reno el macho es ligeramente más grande, en otras el macho puede alcanzar los 300 kg (caribú de los bosques). El reno común del norte de Europa alcanza una altura en la cruz de 110 cm y un peso de 150 kg. Ambos sexos poseen astas (el corto pedúnculo lleva una pequeña roseta), en los machos de gran tamaño y muy ramificadas, las cuales pueden tener membranas óseas entre las ramas. El muy espeso pelaje se convierte en el cuello en una especie de melena. El pelaje de verano es corto y oscuro.

En estado salvaje emigra en grandes rebaños entre las zonas de cría y las zonas de invernada. Sus anchas pezuñas le ayudan a moverse por la nieve o la tundra, e incluso cuando nada. Cerca de 1 millón viven en Alaska, y un número similar habita en Canadá.

Los renos del ártico tienen una visión que se extiende más allá del espectro visible, hasta el ultravioleta próximo.
Los investigadores estiman que la visión UV(ultravioleta) que posee el reno pueda ser útil para distinguir el alimento y los predadores en la blanca inmensidad del invierno ártico. Los líquenes, que es su alimento y los lobos, uno de sus enemigos naturales, deberían ser percibidos en negro, a los ojos de los renos.

Alimentación

Son rumiantes, y por tanto tienen un estómago de cuatro cavidades. Principalmente comen, hojas de sauce y abedul enano, y líquenes  en invierno; aunque también comen juncias y hierbas. incluso ingieren plantas venenosas, como ranúnculos de los glaciares. Para buscar su comida, los renos arañan con sus pezuñas delanteras la nieve hasta encontrar alimento. Además pueden llegar a comer pequeños roedores y aves, así como huevos.


Reproducción

La época del celo del reno se presenta a últimos de setiembre, y entonces los machos se enzarzan en las acostumbradas luchas para conseguir el dominio del rebaño. Como a la sazón los cuernos, que cayeron en diciembre o enero, ya han vuelto a crecer, el animal está debidamente preparado para esa lucha. A veces permanecen horas y horas con los cuernos entrecruzados. Los nacimientos tienen lugar hacia mediados de abril, puesto que la gestación dura unas treinta semanas. Los renos salvajes únicamente dan a luz un pequeño en cada parto: un animalillo gracioso, tiernamente amado por su madre, que lo amamanta durante mucho tiempo. 














Mantis Religiosa


Descripción

Es un insecto de tamaño mediano de aproximadamente 4 a 6 cm., con un tórax largo y unas antenas delgadas. Tiene dos grandes ojos compuestos y tres ojos sencillos entre ellos. La cabeza puede girar hasta 180º. Sus patas delanteras, que mantiene recogidas ante la cabeza, están provistas de fuertes espinas para sujetar a sus presas.
Puede ser de color verde o pardo con distintos matices. El color del adulto lo determina el del medio en el que habita durante su última muda (por ejemplo, amarillo, si se trata de paja seca, o verde, si es hierba fresca).
Es el único animal conocido que cuenta con un único oído, y lo tiene localizado en el tórax.

Hábitat
Vive en céspedes pobres de zonas secas y cálidas en los que se camufla perfectamente gracias a su color y postura. Gracias a este camuflaje se acercan a ella varios insectos, como moscas, arañas, grillos, saltamontes, mariposas, mariposas, etc., de los que se alimenta, aunque gracias a su vista es capaz de encontrarlos y desplazarse hacia ellos, incluso volando para atrapar polillas. El apareamiento tiene lugar durante el verano; la hembra es mucho mayor que el macho y durante el apareamiento lo devora, algo necesario para que el macho fecunde los huevos. La puesta está formada por unos 40 y 300 huevos que reparte entre 2 y 5 ootecas que se incuban durante unos 6 meses y de los que salen bastantes juveniles similares a los adultos.

Alimentación

Mantis religiosa alimentándose.
Caza al acecho, permanece inmóvil con las patas delanteras juntas (por lo que parece que está rezando), a la espera de que una presa se acerque. Cuando otro insecto se posa junto a ella, lo observa girando la cabeza (las mantis gozan de muy buena vista) y lanzándose al ataque de inmediato. Hay un tipo de arte marcial inspirado en su forma de atacar. Sus patas delanteras sujetan a la víctima y la mantis comienza a alimentarse de ella inmediatamente, incluso si su presa sigue luchando para escapar. La rapidez de sus patas delanteras es tal que puede atrapar moscas en vuelo.
Las presas pueden ser devoradas en parte o en su totalidad, y dejan únicamente como restos del festín patas, alas o élitros, que la mantis escrupulosamente deja caer al suelo. Para alimentarse, es capaz de cazar: ranas, lagartijas, pequeños ratones, polillas y colibríes.
Si bien tienen preferencias por animales vivos para su alimentación, en cautiverio también pueden llegar a alimentarse de insectos muertos, siempre que alguien se los acerque a sus patas raptoras o boca, aunque su actividad predadora se ve disminuida.

Reproducción

En la época de apareamiento la hembra segrega feromonas, con lo que atrae al macho, y es el único momento en el que los machos y hembras se reúnen. Durante este periodo las hembras se vuelven muy agresivas y, en ocasiones, acaban por comerse a su compañero durante o después del apareamiento, empezando por la cabeza. Este comportamiento está bastante mitificado, ya que, si bien se da con frecuencia en cautiverio, es raro en libertad. La cópula dura unas dos horas

Subespecies

  • Mantis religiosa bey-bienkoi
  • Mantis religiosa caucasica
  • Mantis religiosa eichleri
  • Mantis religiosa inornata
  • Mantis religiosa langoalata
  • Mantis religiosa latinota
  • Mantis religiosa macedonica
  • Mantis religiosa polonica
  • Mantis religiosa siedleckii
  • Mantis religiosa sinica











Ardilla


Este pequeño mamífero mide entre 35 y 45 cm de longitud, de los que casi la mitad pertenecen a la cola. En las extremidades delanteras, el pulgar es reducido, pero los otros 4 dedos están bien desarrollados y dotados de largas, curvadas y afiladas uñas.

La palabra ardilla (paleohispánico: harda ‘sin h y en diminutivo’) hace referencia a los Sciuridae perteneciente al orden de los roedores.

Se destaca por sus ojos brillantes y dientes muy desarrollados y salientes.
Existen varias especies de ardillas distintas en color y tamaño, que viven en los bosques de casi todo el mundo.



Su alimentación está basada en cortezas, frutos secos, semillas y brotes tiernos. También bellotas que entierran en varios sitios durante el verano para poder alimentarse en el invierno. Otro alimento importante es la semilla del pino (los piñones) que pela con gran habilidad y rapidez, bastándole tres minutos para dejar completamente limpia una piña. Las nueces son también un manjar.


Arman su nido entre las ramas o en los huecos de los árboles, aunque también suelen aprovechar los nidos abandonados de algún pájaro.
Cuando arma el nido en los árboles lo hace en las horquillas que forman las ramas. Suelen establecer más de uno en un radio de 200 o 300 metros, que el macho delimita con orina u otras marcas. El nido principal es para las crias y los otros los utiliza como depósito de alimentos o para descansar.


Se han encontrado restos fósiles que datan de entre 20 y 30 millones de años. Actualmente, las 350 especies –más o menos- habitan en los cinco continentes, dónde observan hábitos tanto arborícolas como terrestres. La ardilla acepta la presencia humana sin dificultad, por lo que es habitual verla en parque y jardines.
Por el contrario en las sierras y lugares donde no tiene contacto con los humanos, al menor atisbo de movimiento o ruido huye con rapidez y trepa por los árboles para situarse fuera de su alcance, aunque su curiosidad le hace mirar hacia el visitante tan pronto se considera a salvo. div>



Tanto el ascenso como el descenso de los árboles lo hace cabeza abajo utilizando las poderosas uñas de sus cuatro patas. Los cuatro dedos de las patas delanteras suele usarlos como pequeñas manos con las que sujeta los alimentos que pela y come (por ejemplo los cacahuetes o maníes).



Tiene muy desarrollado el sentido de la vista, lo que le permite calcular con exactitud los saltos de hasta cinco metros de una rama a otra.
El agua es un factor muy importante para la especie, que se ve afectada también por las temperaturas extremas. Sin llegar a hibernar, en el período de frío intenso reduce mucho su actividad, lo mismo que con un calor excesivo (unos 35º) cuando disminuye su capacidad metabólica y prefiere refugiarse en su nido. Su mayor actividad se desarrolla al amanecer y en las primeras horas de la tarde.


En libertad puede vivir hasta seis años, pero lo normal es que no pase de los tres. La mortalidad es elevada entre los individuos jóvenes, y en cautiverio puede alcanzar los diez años de vida.

Las hembras primerizas tienen un parto al año pero a partir del segundo años ya son posibles dos gestaciones anuales que duran entre 40 y 60 días
Las crías al nacer pesan 12 gramos. Tienen los ojos cerrados y carecen de capacidad auditiva. A la semana les sale pelo y a la cuarta o quinta semana ya pueden ver y oir.